El poeta que no miró para otro lado. El escritor contra todo conformiso, por ello, incómodo. El 19 de abril de 1998 moría en la ciudad de México. Político, poético y moderno. Un hombre que luchó contra toda forma de anulación.
MARIO VARGAS LLOSA
De frente y de perfil.
El lado más personal de un trabajo profesional. Lo que observé sucedió, lo que recuerdo me alteró, y lo que escribo conlleva el peso que queda, cuando ya pasó, lo que pasó.
VARGAS LLOSA O EL DÍA QUE NOS ARREBATARON EL MICRÓFONO
Guarda las manos en su pantalón, lo estira, lo sube, acentúa su altura. Habla de literatura con quien se le cruce, de biografías altas y exquisitas. De perfil se nota que vigila. Su perfil es de tiburón. Su americana tiene tres botones de terciopelo negro, juega con ellos, se entretiene, le proporcionan naturalidad. Sigue atento. Le importa, parece, quién y cómo lo miren. Llega puntual. Toma un café solo, e invita un refresco que paga, con un billete arrugado de cinco euros, sin cartera anda. Su pómulo izquierdo es más rojizo que su mueca completa. Sus cejas son negras, pequeñas y en triangulo. Todo ese conjunto hace como si la fama culta sólo fuese para él. Es difícil imaginarlo triste, con el alma en los pies. En sus presentaciones no lee, habla escribiendo. A, a, a, a, dice al termino de cada frase, afirmación que cierra un tiempo reflexivo. Cuando habla se moja los labios para no escupir, se le encharca la boca de tanta fluidez.
¿QUIÉN NO ESTÁ Y DEBIERA EN EL BOOM LATINOAMERICANO?
Ser uno en otro, en la amistad de un mundo común que pasaba por la ficción, definió también y sobre todo al Boom Latinoamericano.